Fascinante: Calidad es branding

Según el informe publicado por Puro Marketing, los consumidores, aún sin tener conocimientos en la materia, pueden identificar la calidad de una marca a través de su imagen de marca. Su intuición les permite reconocer entre una marca de calidad y excelencia y una que no la tiene. Este fenómeno va más allá de la imagen visual, abarca la coherencia, la innovación y la atención a los detalles.

¿Esto significa que la identidad de marca es una de las bases para vender?

A través de los constantes estímulos comerciales a los que el consumidor está expuesto desde el mercado, un mercado cada vez más saturado de mensajes. El consumidor de hoy ha desarrollado una sensibilidad que antes parecía invisible. Es decir, la forma, color y tipografía que muestra un logotipo y habilidad de identificarlo de parte de la audiencia no es el final del cuento. Es el principio.

El 80% de los consumidores confían más en una marca que logran reconocer desde su logotipo que en una que no reconoce. Esto se debe a la conexión emocional que permite capturar una marca establecida y su influencia en se identificada de forma inmediata.

Con esto, la claridad en la comunicación de una marca como la coherencia, la calidad y el detalle se vuelven cada más cruciales al momento de conectar con la audiencia. Hoy, más del 60% de los consumidores muestran indiferencia ante marcas que no perciben como de calidad. En otras palabras, un logotipo que no se percibe de calidad influye en un 50% en la decisión de compra de los consumidores. Y por consiguiente, en la percepción general de la marca en el mercado.

¿Qué sucede con las PYMES?

Es sabido que las grandes marcas ya tienen una imagen consolidada pero qué sucede con las pequeñas y medianas empresas. Muchas veces no alcanzan los estándares de un logotipo o una identidad visual profesional ni mucho menos la pieza clave como podría ser una manual normativo de marca o brandbook. Muchas, incluso, ni siquiera disponen de un logotipo profesional. La elaboración de un logotipo o un manual de marca puede conllevar una inversión importante que la pequeña y mediana empresa no considera como prioridad pues no está establecida en su cultura. Esta creencia puede derivar en una caída en la imagen de marca o sencillamente en la falta de reconocimiento de parte de sus consumidores al encontrarse con una marca nueva que ofrezca un producto o servicio de la misma categoría y que ofrezca algo similar pero con una identidad robusta y consolidada. Hoy los consumidores tienden a comparar las marcas con las que ya conocen y en las que confían. Esto significa que la referencia visual está clara en cuanto a lo que prefieren consumir y con qué marcas tienen más o menos afinidad.

Cada vez más PYMES comprenden la importancia de una marca consolidada y el impacto que esto puede tener entre sus públicos. Hoy tener una marca sin una identidad visual profesional es casi lo mismo que no tenerla. Contra esto, hay poco por refutar, si un producto existe debe existir su marca, más allá de los conocimientos de la audiencia que puede elegir desde la propia percepción.

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